Revista de Psicoanálisis




Datos del documento:

Título:Los "dragones de la época primigenia" : el fin de análisis y la persistencia de lo infantil
Autor(es):
Fecha de Edición:2021
Páginas:p. 089-101
Notas:Notas sobre este artículo: Pertenece a la parte: Conferencias principales 52 Congreso API, 1ero en modalidad virtual, 21 de julio al 1 de agosto de 2021. Lo infantil: sus múltiples dimensiones (Prepublicados del Congresso)
Descriptores:
Volumen y Número:2021|Volumen 78 - Nro. SE
Cita bibliográfica:
Derechos:Material digitalizado con exclusivos fines de preservación y difusión del conocimiento académico producido en la Institución. Su utilización debe ser acompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente.
Resumen:Freud manifestó su escepticismo sobre el fin de análisis: “A veces uno se siente nclinado a dudar de si los dragones de los tiempos primigenios están realmente extintos”. La persistencia de este terror infantil puede interferir tanto con la capacidad de nuestros pacientes para terminar como con la capacidad del analista para dejar ir a los pacientes. Ambos comparten cierta aversión por las capas más profundas de la pérdida, el dolor y la rabia asociadas con tener que despedirse. La expectativa de pérdidas dolorosas, experiencias perturbadoras en el proceso de maduración, el ineludible reconocimiento del envejecimiento y el terror concomitante, así como la inevitabilidad de la muerte, pueden reactivar las regiones más oscuras e inferiores de nuestro inconsciente. La perspectiva de la terminación puede despertar traumas enterrados durante mucho tiempo, colocando a los pacientes cara a cara con experiencias no metabolizadas de complicados esfuerzos colmados de conflictos y lágrimas para separarse de los propios padres. Muchos analizados albergan la fantasía de que la díada analítica creará una forma de reencuentro que reemplazará las decepciones respecto de sus propios padres. Tanto el analista como el paciente pueden estar atemorizados por cuán primitivo es lo infantil que rodea a la terminación. Los analistas intentamos dominar los reinos infantiles dentro de nosotros a través de una forma de seudodominio. Es posible que sea una fantasía universal de los analistas que de alguna manera somos capaces de mitigar el dolor de la pérdida y la angustia del duelo. La mayoría de nosotros somos escépticos respecto de la posibilidad de que los dragones de los días originarios estén realmente extintos. Quizá debamos contentarnos con la modesta meta de haber vislumbrado a los dragones de cerca en el transcurso de un análisis exhaustivo y haber encontrado maneras de convivir con ellos.
Abstract:The “dragons of primeval times”: the end of analysis: and the persistence of the infantile Freud expressed skepticism about the end of analysis: “Sometimes one is inclined to doubt whether the dragons of primeval times are really extinct”. The persistence of this infantile terror can interfere with both our patients’ ability to terminate and the analyst’s ability to let patients go. Both share a certain aversion to the deeper layers of loss, grief, and anger associated with having to say goodbye. The expectation of painful losses, disturbing experiences in the maturation process, the inescapable recognition of aging and the terror that goes with it, as well as the inevitability of death, can reactivate the darker, lower regions of our unconscious. The prospect of termination can awaken long-buried traumas, bringing patients face to face with unmetabolized experiences of their hard, conflict-ridden, tearful efforts to separate from their own parents. Many analysands harbor the fantasy that the analytic dyad will create a form of reunion that will replace the disappointments regarding their own parents. Both analyst and patient may be frightened by the primitiveness of all the infantile things surrounding the termination. We analysts attempt to master the infantile realms within us through a kind of pseudo-mastery. A universal fantasy of analysts may be that we are somehow able to mitigate the pain of loss and the anguish of bereavement. Most of us are skeptical about the possibility that the dragons of the primeval days are actually extinct. Perhaps we should be content with the modest goal of having glimpsed the dragons up close in the course of a thorough analysis and found ways to live with them.
Resumo:Os “dragões da época primigênia”: o final da análise e a persistência do infantil: Freud manifestou seu ceticismo sobre o final da análise: “Às vezes nos sentimos inclinados a duvidar se os dragões dos tempos primigênios estão realmente extintos”. A persistência deste terror infantil pode interferir tanto com capacidade dos nossos pacientes para terminar como com a capacidade do analista para deixar os pacientes ir embora. Ambos compartilham certa aversão pelas camada mais profundas da perda, da dor e da raiva associadas ao ter que se despedir. A expectativa de perdas doloridas, experiências perturbadoras no processo de amadurecimento, o iniludível reconhecimento do envelhecimento e o terror concomitante, como também a inevitabilidade da morte, podem reativar as regiões mais escuras e inferiores do nosso inconsciente. A perspectiva da terminação pode despertar traumas enterrados durante muito tempo, colocando os pacientes face a face com experiências não metabolizadas de complicados esforços repletos de conflitos e lágrimas para se separar dos próprios pais. Muitos analisados alojam a fantasia de que a díade analítica criará uma forma de reencontro que substituirá as decepções a respeito dos seus próprios pais. Tanto o analista como o paciente podem estar atemorizados por quão primitivo é o infantil que rodeia à terminação. Nós, os analistas, tentamos dominar os reinos infantis dentro de nós mesmos através de uma forma de pseudo-domínio. Pode ser que seja uma fantasia universal dos analistas que, de alguma maneira, são capazes de mitigar a dor da perda e a angústia do luto. A maioria de nós somos céticos a respeito da possibilidade de que os dragões dos dias originários estejam realmente extintos. Talvez devamos nos contentar com a modesta meta de haver vislumbrado os dragões de perto no transcurso de uma análise exaustiva e ter encontrado formas de conviver com eles.