Revista de Psicoanálisis




Datos del documento:

Título:Puntos de vista sobre la agresividad y la cooperación : Miradas desde cuatro autores
Autor(es):
Fecha de Edición:2022
Páginas:p. 251-274
Notas:Notas sobre este artículo: Pertenece a la parte: Recursos de la grupalidad
Descriptores:
Volumen y Número:2022|Volumen 79 - Nro. 12
Cita bibliográfica:
Derechos:Material digitalizado con exclusivos fines de preservación y difusión del conocimiento académico producido en la Institución. Su utilización debe ser acompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente.
Resumen:Las autoras, que conforman el Espacio John Bowlby de la Asociación Psicoanalítica Argentina, enfocan el concepto de “cooperación”, menos estudiado por el psicoanálisis clásico, y su contraposición con el de “agresividad” en el desarrollo humano. Millones de años atestiguan la predisposición humana a unirse y vivir en comunidades. El historiador israelí Yuval Harari afirma que de todas las especies animales que habitaron la Tierra, aquella que superó a todas las otras fue la del homo sapiens, debido a su tendencia a la cooperación. Enfatizan luego acerca del origen endógeno o reactivo-defensivo de la agresividad. Partiendo de la postura freudiana, desarrollan el enfoque de M. Klein, D. Winnicott y la perspectiva de J. Bowlby. S. Freud va variando su posicionamiento con respecto al origen de la agresión: si su primera tópica la organiza en torno a la función del objeto, más tarde la “realidad psíquica” lo desplaza para enfatizar la importancia de lo pulsional y finalmente incluye una cierta dialéctica pulsión- objeto. Melanie Klein subraya la noción freudiana de “instinto de muerte” y las pulsiones agresivas desde los comienzos de la vida, aunque también mantiene la connotación vincular. Prevalece lo intrapsíquico, lo relacional está en función de la descarga, y las fantasías agresivas y persecutorias son resultado de la derivación hacia el exterior de la pulsión de muerte. Donald Winnicott sostiene que tanto en el amor como en el odio hay agresión, lo comprende como una posible manifestación del temor y tiende a resaltar el papel de los factores externos que la provocan. Finalmente, para John Bowlby la agresividad puede tener una función vincular con el objetivo de retener al objeto, no de destruirlo. La agresión puede ser funcional, disfuncional o una defensa frente al peligro, pero nunca una motivación primaria.
Abstract:Four authors’ views on aggression and cooperation. The authors, who make up the John Bowlby Space of the Argentine Psychoanalytic Association, focus on the concept of “cooperation”, little studied by classical psychoanalysis, and its opposition to that of “aggressiveness” in human development. Millions of years testify to the human predisposition to unite and live in communities. The Israeli historian Yuval Harari states that of all the animal species that inhabited the Earth, Homo sapiens surpassed all others due to its tendency to cooperate. They then emphasize the endogenous or reactive-defensive origin of aggressiveness. Starting from the Freudian position, they present the approaches of M. Klein, D. Winnicott and J. Bowlby. S. Freud’s stance regarding the origin of aggression varied: in his first topic he organized it around the function of the object, but later “psychic reality” displaced it to emphasize the importance of drives, and finally he included a certain drive-object dialectics. Melanie Klein underlines the Freudian notion of the “death instinct” and the aggressive drives from the beginning of life, although she also stresses the importance of bonding. The intrapsychic prevails, the relational is a function of the discharge, and aggressive and persecutory fantasies are the result of the death drive being turned towards the external world. Donald Winnicott maintains that in both love and hate there is aggression, understands it as a posible manifestation of fear, and tends to emphasize the causal role of external factors. Finally, for John Bowlby aggression may have a bonding function whose purpose is to retain the object, not to destroy it. Aggression may be functional, dysfunctional or a defense against danger, but it never constitutes a primary motivation.
Resumo:Pontos de vista sobre a agressividade e a cooperação. Olhares desde quatro autores. As autoras, que fazem parte do Espaço John Bowlby da Associação Psicanalítica Argentina, focalizam o conceito de “cooperação”, menos estudado pela psicanálise clássica e a sua contraposição ao de “agressividade” no desenvolvimento humano. Milhões de anos testificam a predisposição humana de unir-se e viver em comunidades. O historiador israelita Yuval Harari afirma que de todas as espécies animais que habitaram a Terra, aquela que superou todas as outras foi a do Homo sapiens, devido a sua tendência à cooperação. Também enfatizam sobre a origem endógena ou reativa-defensiva da agressividade. Partindo da postura freudiana, desenvolvem o enfoque de M. Klein, D. Winnicott e a perspectiva de J. Bowlby. Freud vai mudando o seu posicionamento no que diz respeito à origem da agressão: se sua primeira tópica foi organizada en torno à função do objeto, mais tarde a “realidade psíquica” o substitui para enfatizar a importância do pulsional e finalmente incluiu uma certa dialética pulsão-objeto. Melanie Klein destaca a noção freudiana de “instinto de morte” e as pulsões agressivas desde o começo da vida, embora mantenha também a conotação vincular. Prevalece o intrapsíquico, o relacional está em função da descarga e as fantasias agressivas e persecutórias são resultado da derivação ao exterior da pulsão de morte. Donald Winnicott defende que tanto no amor como no ódio há agressão, compreende-o como uma possível manifestação do temor e tende a ressaltar o papel dos fatores externos que a provocam. Finalmente, para John Bowlby a agressividade pode ter uma função vincular cujo objetivo é reter o objeto, não destruí-lo. A agressão pode ser funcional, disfuncional ou uma defesa ante o perigo, mas nunca uma motivação primária.